miércoles, 27 de marzo de 2013

El aroma de Madrid

Por el título de esta nota, muchos pensarán que me referiré a la popularizada y quizás hasta un punto muy poco común en los españoles, "Fragancia Europea". Sin embargo, deambulando hoy por las calles de Madrid, me di cuenta que lo que en el pasado pudo ser un aroma "al mar muerto" ahora se ha convertido en un inmenso cigarrillo.



La cantidad de personas que se dedican a este vicio esta actividad es incontable. No se puede caminar por las calles sin que alguien quiera perfumarte con el humo de segunda mano que exhala.

Lo más interesante es que la mayoría de los lugares públicos, incluido el metro de Madrid, prohíbe terminantemente el consumo de cigarros o cigarrillos. Esto lleva a que en los sitios al aire libre, el aire no sea tan "libre", ya que los fumadores sólo pueden llevar a cabo su actividad allí.

La cosa está difícil. Los Fumadores tienen derecho a fumar en los lugares al aire libre (porque no les queda de otra) mientras los NO fumadores no pueden quejarse de que no pueden estar al aire libre por culpa del humo de los fumadores porque ya les han quitado el derecho a fumar en los demás lugares.

"Mi libertad termina donde empieza la del otro" dijo Jean Paul Sartre.

Pero ¿cuáles son los verdaderos límites de la libertad humana?

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